viernes, 21 de diciembre de 2012

Capítulo 72


Novela: “Esta es mi historia, no un cuento de hadas

Capitulo setenta y dos

Maca: amm… -pausa- Yago no se qué decir… lo siento mucho porque fue tu amiga y… -pausa- lamento decirte que me tranquiliza, no me pone feliz porque la muerte de una persona por mas que no quieras no es alegría, pero… -trague saliva- ahora estoy mejor, me siento más tranquila… -le dije-
Yago: No tenes nada que decirme… y todo esto fue mi culpa, jamás me tendría que haber metido con ella… esto no hubiera pasado si no fuese por mí
Maca: No es tu culpa Yago… -interrumpido-
Yago: Si, lo es –dijo triste-seguro estarías más feliz si yo jamás hubiera aparecido –arrepentido-
Maca: No digas pavadas queres? –Con una vocecita gangosa-
Yago: Hay veces que pienso que lo mejor, seria que me vaya, quizás evite más problemas… -interrumpido-
Maca: Vos estás loco!? Yo todo los días pensaba en vos, a pesar de que no lo hacía notar, te extrañaba demasiado cuando te fuiste a Londres, y no era feliz sin vos –pausa- no estaba completa. Y ahora que volviste si los problemas empezaron de nuevo pero por lo menos estoy con vos y Victoria es feliz, y te necesito, no te vayas –llorando lo abrace-
Yago: No me voy a ir, solo dije que lo pensaba –besando mu mejilla mientras me abrazaba-
Maca: Prometeme que no te vas a volver a ir… -le dije con lagrimas en mis ojos-
Yago: No me voy a ir…
Maca: Pero prometeme –insistí-
Yago: Te lo prometo
Maca: Gracias –lo abrace de nuevo- te amo mucho –le dije-
Yago: De esto vamos a salir juntos –dijo abrazándome-
Maca: Me alcanzas las pantuflas que están ahí? –le pregunte y él me las dio- voy a despertar a Vicky –pensó- y Yago el trabajo? –pregunte-
Yago: Me dieron una semana –le dije-
Maca: Ah –me levante de la cama y bese con mucho amor sus labios-

Paso la semana, y yo volví a la facultad, Yago al trabajo. Victoria no sabía nada de esto. Todos sabían papá, mis amigos… Preferimos darle como un tema olvidado, nadie hablaba de esto, pero yo no podía. No podía olvidar un hijo.

Maca: Yago –pausa- como queres que se llame? –sentándome en las piernas de él, mientras el tocaba mi panza que cada día más grande estaba-
Yago: mmm… -me beso- cuando sepamos el sexo te digo –rio-
Maca: Yo digo que es una nena –dije segura-
Yago: Pero patea como un nene –rio-
Maca: Yago –pausa- tengo hambre
Yago: Y que se te antoja comer –dándome muchos picos-
Maca: Helado –pausa- mucho, de dulce de leche, frutilla, chocolate…
Yago: No es mucho?
Maca: Me estás diciendo gorda? –Pregunte con lágrimas en mis ojos-
Yago: No, no ya te lo compro –beso mis labios y se fue-
Maca: Ay –tocando mi panza- me duele –pausa- Yago! Amor –grite lo más fuerte que podía pero él no venia, lo llame por celular, y el rápidamente vino hacia mí. Me cargo a upa, y me llevo hacia el auto. A los pocos minutos ya estábamos en el hospital, me pusieron en las sillas de rueda y de ahí ya no sé que me paso. No recuerdo nada. Me levante llena de cables, y sin mi panza, mire a Yago y el estaba llorando- Decime que no es verdad… -ambos llorando y el asintió-
Yago: Lo perdimos –lloramos juntos-

Me levante de golpe de la cama. Yago como siempre dormía. Todos los días soñaba lo mismo, que lo perdía, siempre perdía a mi bebe. Llorando en silencio me fui de la habitación, como siempre, Yago no lo notaba. Me senté en el sofá a seguir llorando. Pero después de unos minutos, el ya estaba abrazándome.

Yago: Euu amor que te pasa? –mirándome triste y preocupado, yo no lo conteste y lo seguí abrazando-

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