jueves, 16 de agosto de 2012

Capitulo 1O


Novela: “Esta es mi historia, no un cuento de hadas”

Capitulo diez

El celular volvió a sonar. Esta vez lo atendí.

-Conversación telefónica-

Maca: Hola?
-Maca sos vos?
Maca: No tarada. Soy mauro –irónica-
-Bueno che, solo quería confirmarlo
Maca: Después de cuanto ibas a pensar llamar? Ya hace unos –pensó- cinco meses que no llama! –reclamando-
-Es que no pude, perdón. –Pausa- mucho trabajo
Maca: Hay sorry, tengo mucho trabajo –imitándola- Calu no te vengas a hacer la picara eh! Pensé que te olvidaste de mí –con voz de pobrecita-
Calu: Perdón, enserio.
Maca: Dejaste a tu hermana olvidada acá. Te tengo algo muy importante que contar
Calu: A ver contame –curiosa-
Maca: Por teléfono no se puede. –Pausa- cuando venís?
Calu: Si no me equivoco en once meses
Maca: Que? Me estas cargando?
Calu: Si tonta, llamaba para avisarte que el mes que viene vuelvo –pausa- no hay ningún problema, no?
Maca: No para nada, tu habitación sigue estando con tus cosas –ríe-
Calu: No me sacaste nada vos? –En tono de broma-
Maca: Una que otra remera que te olvidaste te saque
Calu: Ladrona !–ambas ríen-
Maca: Y por qué no lo hablaste a papa?
Calu: Porque lamentablemente no me atiende el celular. –pausa- está trabajando no es cierto?
Maca: Si –ríe-
Calu: Bueno Maquitititis, te tengo que dejar, me están cobrando mucho las llamadas, no es gratis –ríe-
Maca:-ríe- Esta bien, nos vemos –corto-

-Fin de la llamada telefónica-

Calu Rivero, mi hermana no tan hermana. Mi papa era muy amigo de los suyos, pero un día tuvieron un accidente, y mi padre la quería mucho, entonces la trajo a vivir acá –nuestra casa- con nosotros, cuando yo tenía aproximadamente siete años, y ella catorce.

Me levante de ese sofá, para dirigirme a la cocina. Si, vivía ahí. Me hice una chocolatada con unas vainillas que había.
Al rato vino mi padre, le conté lo de Calu. Se puso re feliz por la noticia, el lo amaba como si fuera su hija y viceversa.

Pasaron los días, estaba de tres meses y medio. Mi pancita ya era notoria. No mucho, mucho, pero si me ponía en perfil se notaba un poco.

Papa y yo, ya decidimos que era momento de dejar el colegio. Suena mal no?. Aunque es solo por un tiempo. Mientras, vendrá una maestra particular para que me enseñe, y mis amigos me pasaran los temas. Así pueda rendir libre y no atrasarme.

Por suerte, me pude olvidar completamente de él. Gracias a mis amigos, y mi futuro bebe. Ahora, después de esto, seguiré estudiando para poder mantener a mi hijo, y darle una vida digna. Estoy feliz, pero siempre el miedo esta, más si soy una mama primeriza. 
Desde chiquita –no menos de ocho años- por lo que nos cuentan, vemos en las novelas, películas, etc. –por lo menos a mi- nos dijeron que duele, y mucho. Eso no me preocupa. El miedo que tengo es de cómo voy a criarlo, no se cambiar un pañal, no sé que voy a hacer si se enferma, no sé cómo darle de comer, no sé qué hacer si reprueba en una materia, no sé qué hacer si se pelea en el colegio, no se absolutamente nada. Cuento con la ayuda de otros, pero eso no basta, ellos no pueden estar toda la vida haciéndose cargo de mí. 

Estaba sola en mi casa. Siento la puerta y corriendo, voy a abrirla, pensando que era Jack, Fanny o Natasha. Que siempre vienen sin avisar a visitarme. Pero me equivoque. Antes de abrir la puerta, escuche voces de un chico, que no eran ni Jack, ni Eleazar. Ni ninguno de mis amigos.

-Mi amor –abrazándola-

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